El nuevo Bono 2117 del Gobierno Nacional
El 19 de junio pasado la República Argentina resolvió endeudarse en 2.750 millones de dólares, a una tasa anual de 7,125%, que deberá pagar semestralmente durante los próximos cien años hasta el vencimiento programado del bono, que tendrá lugar en el año 2117.
En rigor, donde escribimos “República Argentina” debería leerse “Luis Andrés Caputo”, el nombre del único funcionario público que firmó la Resolución 97-E/2017, mediante la cual nuestro país asumió ese compromiso centenario. Si ninguno de los gobiernos que sucedan al actual logra rescatar el bono antes, las próximas cuatro generaciones de argentinos no olvidarán fácilmente el nombre del ministro de Finanzas. La posteridad cuesta cara y, en este caso, el precio lo pagaremos nosotros y nuestros hijos, nietos y bisnietos.
El costo final del bono es fácil de calcular: Los 2.750 millones de dólares de capital más las 200 cuotas semestrales de interés de 98 millones de dólares cada una demandarán un pago total de 22.350 millones de dólares. Y dado que el bono se suscribió a un precio por debajo de la par de 90 dólares por lámina de 100, el rendimiento para los inversores iniciales es una tasa efectiva de 7,91%. El interés pactado permite recuperar el capital invertido en menos de 13 años y promete 87 años más de pura ganancia a una tasa mucho más alta que la pagada por los demás países que han emitido bonos parecidos. Por ejemplo, entre 2010 y 2015 México emitió varios bonos centenarios denominados en moneda extranjera con cu-pones de entre 4% y 5,75% anual.
Sebastián Soler - Consejo Directivo FIDE
Revista Fide, Coyuntura y Desarrollo nº 376, 6 de julio de 2017.
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