Deuda externa: “otro ladrillo en la pared”
Durante el primer año de gestión del actual Gobierno la relación deuda pública/PIB alcanzó su máximo nivel desde 2009, ascendiendo hasta niveles en torno al 50%.
En perspectiva histórica, este cociente todavía permanece en niveles moderados, dado el fuerte desendeudamiento verificado en la década previa. No obstante, la velocidad a la que avanza el endeudamiento y el destino de los fondos captados encienden las primeras luces de alerta.
La información oficial disponible se refiere únicamente al año 2016. Sin embargo, el seguimiento de las emisiones de deuda, en pesos y en dólares, ocurridas durante el primer semestre del 2017 indica que la tendencia se agravó. En la primera mitad del año los pasivos del sector público aumentaron en términos netos en el equivalente a dos puntos adicionales del producto, llevando el stock total al 53,4% del PIB.
La metamorfosis de la deuda en la era Macri no se circunscribió a las magnitudes. La composición del endeudamiento público también se alteró con un sesgo que re-duce los grados de libertad del Estado para administrar sus pasivos. Tres circunstancias explican esta disminución del margen de maniobra futuro: i) prioridad al endeudamiento con el mercado, mientras que cae la participación de la deuda intra gubernamental, ii) emisión, fundamentalmente, en moneda extranjera, y iii) la emisión de deuda (también en moneda extranjera) por parte de los estados provinciales.
Revista Fide, Coyuntura y Desarrollo nº 376, 6 de julio de 2017.
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