
El contexto internacional no acompaña el ensayo neoliberal del nuevo Gobierno
En 2016 la crisis que recorre al sistema económico mundial desde hace ocho años se mostró pródiga en sus manifestaciones. La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea o el triunfo de Donald Trump en los Estados Unidos constituyen síntomas del “malestar con la globalización” evidenciado en los países centrales y que involucra a crecientes mayorías atravesadas por una sensible degradación en sus condiciones de vida.
El aumento en la desigualdad y la caída en los ingresos del trabajo convive con la persistencia del fenómeno de la financiarización que desde hace décadas ha hegemonizado la acumulación de capital, desplazando el excedente económico desde la economía real hacia la valorización financiera. En este contexto, el lento crecimiento que exhibe la economía mundial –en 2016 registró la tasa más baja desde la crisis financiera de 2008– evidencia una situación crónica de insuficiencia de demanda. El bajo dinamismo del comercio internacional constituye una manifestación del sesgo recesivo que caracteriza a la economía mundial.
Hay que remontarse a principios de los ochenta para encontrar tasas tan bajas de crecimiento en el intercambio El contexto internacional no acompaña el ensayo neoliberal del nuevo Gobierno global.
Todo indica que en la era Trump estas tendencias se acentuarán. En consecuencia, aquellos países que exhiben un alto grado de apertura de la cuenta capital, elevado endeudamiento en moneda extranjera y/o mayores niveles de extranjerización de sus economías, se encontrarán más vulnerables frente a la volatilidad cambiaria y los cambios en los ciclos de liquidez mundial.
Revista Fide, Coyuntura y Desarrollo nº 373, 30 de enero de 2017. Para acceder al artículo completo, Usted puede suscribirse comunicándose con Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., o adquirir este número solamente.