debates teoricos y empiricos: Inflación y desinflación
Un arranque de año movido
El año 2021 arranca con una dinámica de precios más elevada que la registrada en promedio para 2020. Tal cosa ha abierto el debate respecto a las consecuencias que este mayor movimiento de precios puede tener sobre la trayectoria desinflacionaria y la recuperación que proyecta el Gobierno para este año.
Igualmente, hay varios puntos a considerar. Por un lado, y como dimensión positiva, se observa que la inflación para el cierre de 2020 fue menor que la del año anterior. En la comparación punta a punta, el aumento de precios disminuyó del 52,9% punta a punta, para diciembre 2019, al 34% punta a punta para diciembre de 2020.
Parte de la explicación tiene que ver con la vigencia de controles cambiarios que lograron estabilizar la situación, conducir ordenadamente la dinámica nominal de la economía a pesar del fuerte impacto de la pandemia.
Por otro lado, y como dimensión negativa, la inflación continúa en valores altos. Durante 2020 no solo no se logró perforar el piso inercial de inflación anual en torno al 35% heredado del gobierno anterior, sino que, además, en los primeros meses de 2021 los precios han registrado una aceleración.
En febrero de 2021 el Indice de Precios al Consumidor relevado por INDEC registró una suba del 3,6% respecto a enero. Entre los principales aumentos, se destacan los aumentos en alimentos –con un 4,0%–, restaurant y hoteles –con un 5,4%– y transporte –con un 4,8%–. Y si bien se espera que esta tendencia se modere parcialmente en marzo, el pulso continuará alto. Estimaciones de precios de alta frecuencia en supermercados relevados por FIDE permiten anticipar una inflación mensual del 2% para la canasta básica. Entre los mayores aumentos se destacan los rubros frutas y panificados.
Revista Fide, Coyuntura y Desarrollo nº 398, 17 de marzo de 2021.