Europa en la encrucijada. ¿Cambio o normalización?
Los efectos de la pandemia en Europa: fuerte caída y difícil recuperación
La crisis del Covid-19 ha afectado fuertemente a las economías europeas. La dimensión de los contagios y el hecho de que se pudiera actuar exclusivamente por medio de un lockdown generalizado han implicado una caída muy fuerte del PIB.
En 2020, y según las estadísticas de la OCDE, el producto interno bruto de la Zona Euro cayó un 7,6% en relación a 2019, un resultado notablemente peor que el de la crisis global de 2008-2009 o de la crisis del euro iniciada en 2011.
Como medida de comparación, la economía de Estados Unidos se contrajo en el mismo período un 3,5%. Y si bien es cierto que en EE.UU. no hubo prácticamente ningún lockdown, si comparamos con lo ocurrido en Europa (no olvidemos que durante el peor momento de la primera ola en el Viejo Continente se llegó a tener que cerrar todas las actividades económicas), los resultados europeos en términos sanitario-epidemiológicos solo fueron ligeramente mejores que los de EE.UU.
Un elemento de preocupación adicional al de la caída en la actividad económica está dado por el derrumbe de las inversiones. Según datos de AMECO, observando la formación de capital fijo notamos una caída en un 10% interanual para la Zona Euro, enormemente superior al -1,7% de EE.UU. Asimismo, el Banco Europeo de las Inversiones estimó que la caída en términos absolutos de la inversión privada ha sido de unos 831 mil millones de euros entre 2020 y 2021, un resultado muy por encima del paquete de medidas implementadas contra la crisis por las autoridades federales europeas –el EU Next Generation Recovery Plan–, que suman unos 750 mil millones de euros.
Revista Fide, Coyuntura y Desarrollo nº 400, 28 de julio de 2021.