LAS RECOMENDACIONES DEL FMI: Una misma receta para todos y todas
Tal como se desmenuza en la nota que abre este número de la revista, el diagnóstico y las recomendaciones que el Fondo Monetario Internacional formuló al Gobierno argentino en el informe de cierre de la primera revisión de la economía de nuestro país que realiza desde 2006 no son originales.
La receta es la misma que las misiones técnicas del organismo les vienen entregando, año tras año, a todos los países de Sudamérica que cumplen con la revisión anual prevista en el artículo IV de su Convenio Constitutivo. La novedad quizás resida en su acatamiento liso y llano por parte de los gobiernos de derecha que han alcanzado el poder en la región.
En 2016 el FMI completó la auditoría del artículo IV en nueve países sudamericanos: Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador (2015), Paraguay, Perú y Uruguay. Una lectura pormenorizada de los informes difundidos por el organismo revela una notable similitud en el menú de políticas que recomienda adoptar a dichos países, desentendiéndose de los distintos grados de desarrollo, estructuras productivas, niveles de desigualdad y coyunturas económicas que los diferencian, en franca contradicción con las críticas realizadas por su propia Oficina de Evaluación Independiente en las auditorías internas comisionadas luego de los fracasos de supervisión del Fondo durante las crisis financieras de la Argentina (2001) y Europa (2010). De más está decir que las recomendaciones de talle único del FMI tienen un alcance universal que traspasa las fronteras de nuestra región y, tras la crisis financiera de 2008, ya ni siquiera eximen a los países más desarrollados.
Sebastián Soler - Consejo Asesor FIDE
Revista Fide, Coyuntura y Desarrollo nº 374, 17 de marzo de 2017.
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